Animismo

 

El animismo es una palabra que proviene del latín, “anima”, que significa alma. En la Antigua Grecia esta palabra se traduce por aliento. Para ese momento el animismo era aquella corriente de pensamiento que se encargó de establecer que ese algo que diferenciaba a una persona muerta de otra viva era el aliento. Según los filósofos griegos este aliento permanecía en el cuerpo y desaparecía cuando alguien moría. Más tarde, con el cristianismo, ese aliento se sustituyó por el alma. Lo que diferenciaba a un ser vivo de otro no vivo es que el primero posee alma. 

 

Mecanicismo y fisicismo 

 

Para los siglos XVI-XVII surge el mecanicismo, una doctrina biológica que afirmaba que los procesos y fenómenos vitales debían ser explicados mediante leyes mecánicas del movimiento. Según el famoso Descartes, el mecanicismo se define como la teoría según la cual la naturaleza no es más que una máquina o bien su funcionamiento es comparable al de una máquina. Descartes afirmaba que los seres vivos, excepto el ser humano, eran máquinas. Además, Galileo, Kepler y Newton explicaban el mundo a través de las matemáticas por lo que reforzaban la teoría mecanicista.

 

Más tarde, hacia el siglo XIX, el mecanicismo sufrió algunas modificaciones y pasó a llamarse fisicismo. Gracias al rápido avance de la física y a nuevos progresos científicos, el fisicismo contaba con nuevas explicaciones para otras cuestiones planteadas. El fisicismo proponía que la naturaleza, incluso los seres vivos,  era reducible a las leyes de la física y de la química. Por ello, decimos que esta postura era reduccionista.

 

Vitalismo

 

Simultáneamente al mecanicismo, y más tarde al fisicismo, hubo una corriente contraria llamada vitalismo. Se originó a finales del siglo XVII y tuvo su mayor esplendor en los siglos XIX y XX. Sus defensores explicaban la diferencia entre lo vivo y lo no vivo por la presencia de una fuerza o sustancia vital inmaterial que no se encontraba en la materia inerte. 

 

Esta teoría se centró en afirmar que los seres vivos tenían unas propiedades que no existían en la materia no viva y, por ello, estos no podían ser reducidos a las leyes de la física y química. 

 

Realmente, el vitalismo surgió como un anti-movimiento, oponiéndose a las ideas mecanicistas y fisicistas. No poseía muchas ideas propias, solamente expusieron la teoría de la sustancia vital, que no tenía ninguna base experimental, y hablaron sobre el carácter holístico (más adelante se explica) de los seres vivos, así como de otros conceptos como la adaptación.

 

Diferencias entre vitalismo y fisicismo 

 

Los fisicistas insistían en que no existe un componente metafísico (la sustancia vital). Apoyaban la idea de que, a nivel molecular, la vida podía ser reducida a las leyes de la física y de la química. 

 

Los vitalistas, además de no estar de acuerdo en lo anterior, se percataron de que el fisicismo no tenía algunas cosas en cuenta como por ejemplo explicar qué diferenciaba a los seres vivos de los inertes, las propiedades adaptativas que poseen los seres vivos, la evolución de los organismos…El vitalismo se dedicó a explicarlo. 

 

Además, se opusieron a la teoría de la selección natural de Darwin debido a que los vitalistas defendían la teleología. La teoría de Darwin negaba la existencia de la teleología y proponía en su lugar la selección natural como mecanismo de cambio evolutivo. 

 

Se entiende por teleología como aquello que estudia las finalidades u objetivos de determinados procesos. Los vitalistas creían firmemente que la vida tenía un objetivo último.

 

Organicismo

 

En 1828, Wöhler sintetizó urea en su laboratorio. Demostró por primera vez la posibilidad de transformar artificialmente compuestos inorgánicos en una molécula orgánica. Esto supuso la derrota definitiva y desaparición del vitalismo

 

Por otra parte, Haldane dijo que una explicación puramente mecanicista no puede explicar la coordinación tan característica de la vida. Tras quedar clara la invalidez de ambas ideas, Haldane fue quien propuso: “debemos encontrar una base teórica diferente para la biología basada en la observación de que todos los fenómenos vitales tienden a estar tan coordinados que expresen lo que es normal en un organismo adulto”. Por ello, surgió el organicismo, una postura alternativa que estaba en contra del reduccionismo y apoyaba el carácter holístico de los seres vivos.

 

Los vitalistas defendieron este carácter holístico pero fueron imprecisos e incluso metafísicos en sus explicaciones. En 1947, Alex Novikoff supo explicarlo de manera correcta.

 

Según los reduccionistas, un ser vivo se podría dividir en sus partes y la suma de estas podría dar lugar al ser vivo. Los vitalistas negaban y una explicación común para ello era la siguiente: si una cabra la partes por la mitad, la cabra muere y por mucho que vuelvas a juntar las partes, la cabra no revive, la sustancia vital se encuentra en el organismo completo. Pero el carácter holístico descrito por los vitalistas no tuvo mucho éxito.

 

Sin embargo, el organicismo proponía el carácter holístico sin explicaciones metafísicas. Alex Novikoff dijo: “los todos de un nivel se convierten en partes de un nivel superior … tanto las partes como los todos son entidades materiales, y la integración es el resultado de la interacción de las partes, como consecuencia de sus propiedades “. 

 

Entonces, el holismo considera que el todo es más que la suma de las partes. Los holistas están de acuerdo en que ningún sistema se puede explicar completamente describiendo las propiedades de sus partes aisladas. La base del organicismo es el hecho de que los seres vivos poseen una organización y su funcionamiento depende de ella y de las interacciones entre sus componentes

 

Debe quedar claro que en los niveles de integración superiores emergen propiedades nuevas que no puedes encontrar en los niveles inferiores. Las propiedades emergentes no habían sido explicadas antes del organicismo y resultan imprescindibles. 

 

Jacob describe en 1973 la emergencia: “en cada nivel se asocian unidades de tamaño relativamente bien definido y estructura casi idéntica, para formar una unidad del nivel superior. A cada una de estas unidades, formada por la integración de subunidades, se le da el nombre de integrón. Un integrón está formado por la unión de integrones del nivel inferior, y forma parte de la construcción del integrón del nivel superior”. Cada integrón presenta nuevas características y propiedades que no existen en el nivel inferior, han emergido.

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